- ¿Por qué es bueno el uso del “abono verde” en los cultivos?:
El uso del llamado “abono verde” permite mantener el suelo fértil reduciendo el uso de fertilizantes químicos. Se coloca en el suelo cuando aún está verde, poco antes de la floración o inmediatamente después de esta y antes de la aparición de los frutos. Puede colocarse bajo el suelo o utilizarse como mantillo.
- ¿Qué se entiende por abono verde?:
En realidad se considera abono verde toda planta que se cultiva en la tierra, o que se encuentra en forma natural en áreas no cultivadas, con capacidad de adaptarse a diversos suelos y climas, de rápido crecimiento y con un alto poder de producción de material vegetativo. Como ya hemos indicado, se cultivan con el fin de proteger y recuperar el suelo.
Las especies que se suelen utilizar como abono verde son las leguminosas (habas, trébol, guisantes, arveja), gramíneas (cebada, centeno, avena, sorgo) y crucíferas (mostaza, rábano forrajero, colza). Las leguminosas son las que más se emplean, aunque a la hora de elegir el abono verde hay que tener en cuenta el clima, suelo, época del año, lo que vamos a sembrar después… ya que cada una de estas especies tiene características específicas diferentes.
- ¿Qué abono verde hemos utilizado nosotros?:
En nuestro caso, ya que queremos sembrar tomates y pimientos que requieren entre otros nutrientes del nitrógeno para su desarrollo y producción, hemos utilizado las habas y guisantes que nos han sobrado de la cosecha de este año ya que fijan el nitrógeno,.
Las habas y guisantes han fijado el nitrógeno del aire y lo han almacenado en sus raíces, por eso al cortarlos hemos dejado las raíces en el suelo para que al morir traspasen el nitrógeno a la tierra. Cortamos y trituramos a ras del suelo todas las plantas y dejamos estos restos vegetales encima del bancal para que se vayan pudriendo lentamente, o bien, los enterramos dentro de la tierra.