Riego por capilaridad

¿Qué es la capilaridad?

Como ya conocemos las plantas absorben el agua por las raíces y a través del tallo sube y se distribuye a las hojas y resto de la planta, en esto consiste la capilaridad.

En esta ocasión, en nuestro huerto hemos puesto un sistema de riego por capilaridad, es algo semejante a lo que ocurre cuando introducimos una servilleta de papel por ejemplo en un vaso de agua y vemos como el agua asciende y termina por mojarla entera.

¿Cómo hacerlo?

Vamos a utilizar un cordón o mecha de algodón u otro tipo de material poroso (nunca de plástico), una botella de agua de 5 litros y un trozo de alambre. Podemos optar por poner una botella a cada planta o bien utilizar en el caso de plantas pequeñas una sola botella para dos, tres o cuatro plantas como veremos más adelante.

Lo primero que haremos es cortar el cordel, siempre cortaremos para cada planta el doble del tamaño de la botella que vayamos a utilizar. Tenemos que tener en cuenta el grosor de la cuerda, ya que cuanto más fina sea la cuerda, más pequeña será la gota, por lo que si la planta es grande o requiere mucha agua, usaremos una cuerda de mayor grosor.

A continuación hacemos un agujero en la botella, p.e. debajo del cuello de más o menos 1 cm y por ahí metemos la cuerda, le hacemos previamente un nudo en el extremo e introducimos la cuerda hasta el fondo, es importante que la cuerda esté bien introducida en el agua. Para mantenerla en el fondo vamos a ponerle un elemento pasado como una tuerca o tornillo. Si con esta botella vamos a regar 2 o 3 plantas tendríamos que hacer 2 o 3 agujeros distribuidos alrededor de la botella.

En la zona del tapón de la botella enganchamos el alambre de forma que caiga en la zona donde está el agujero con la cuerda y enrollamos la cuerda en el alambre para poder dirigirlo hacia donde queremos que caiga la gota,

Ahora ya sólo nos queda llenar de agua la botella y taparla.

 

Adenda:

El riego en el huerto

  • No hay huerto sin agua

El riego es un imprescindible en un huerto, nunca puede faltar. Sabiendo que no todas las plantas necesitan el mismo aporte de agua en el tiempo, la cantidad varía en función del tipo de planta, de la estación del año y del lugar de plantación.

Las plantas crecen y se desarrollan mediante la fotosíntesis. Para llevar a cabo la fotosíntesis necesitan la luz del sol, el dióxido de carbono que obtienen del aire y el agua y los minerales disueltos que absorben por las raíces del suelo. Por tanto el riego, el agua, es fundamental en la vida de las plantas.

  • ¿Cómo regar?

Siempre que sea posible, se recomienda regar con un riego profundo aunque sea menos frecuente para que el agua penetre bien hasta  las raíces, en lugar de regar varias veces con un riego superficial ya que de esta forma no profundizará hasta la raíz. Es importante contar con una toma de agua cercana al huerto.

  • ¿Qué sistemas de riego vamos a implementar y cuales son sus ventajas?

Existen muchos sistemas de riego, pueden ser automáticos  o manuales, con goteo, aspersión, condensación, capilaridad… Nosotros en el huerto educativo vamos a emplear el riego por goteo, por condensación, capilaridad y vasijas de barro.

Los sistemas de riego que vamos a ver a continuación tienen como objetivo y a su vez las ventajas de:

  • Ahorrar agua,
  • Evitar ahogar las raíces.
  • Mantener el suelo húmedo.
  • Se trata de riegos en teoría “automáticos”, aunque tienen una autonomía limitada